sábado, 2 de octubre de 2010

LOS URUGUAYOS LE CANTAN AL GENERAL.

Alfredo Zitarrosa

A José Artigas

Composição: Carlos Bonavita - Alfredo Zitarrosa
(Huella y vidalita)

Vidalita acordate de José Artigas,
y endulzate la boca, cuando lo digas.
A la huella de un siglo que otros borraron,
mintiendo los martirios del traicionado.
A la huella vieja, vidalitay,
que te estoy buscando,
junto a Lavalleja, vidalitay,
yo quiero oírte andando.
A la huella, primero, de José Artigas,
y sacate el sombrero, cuando lo digas.
Lararailaira, lararairá,
y sacate el sombrero, cuando lo digas.
Vidalita orientala, lejana y pura,
a la patria cantala sin amargura.
No hay más huella, canejo, que la de Artigas,
y jugate el pellejo, cuando la sigas.
Patria sola y patria, vidalitay,
patria sola y muda,
rompé tu silencio, vidalitay,
vamos en tu ayuda.
En tu ayuda, ¡ay paisanos!, monten caballos;
vamos mano con mano, los uruguayos.
Lararairara, lailararará;
vamos mano con mano, los uruguayos.*

* En una decisión inicialmente no compartida por el coautor, Alfredo Zitarrosa cambia estos versos, en las ediciones posteriores, por “En tu ayuda, ¡ay paisanos!, monten baguales; / vamos mano con mano, los orientales”.




Tabaré Etcheverry


CIELO DEL PROTECTORADO


¡La pucha que el General

se le plantó a los ingleses!
Menos mal que los conoce
porque los peleó dos veces.

Ya le escribió al comandante:

“De mi patria yo me encargo,
y si a usted no le acomoda
puede retirar sus barcos.

Aquí no me
dentran más
como hasta ahora lo han hecho,
y para usar nuestros puertos
tendrán que pagar derechos.”

Ay, cielo, cielito, cielo,

cielo del Protectorado:
Vamo’ a poner condiciones
para firmar un tratado.

Después que nos atacaron,

ahora vienen con historias.
¿Acaso se habrán creído
que no tenemos memoria?

Pero son seis las provincias

que siguen al General
y él protege su destino,
un destino federal.

¡Qué lindo es poder decir

“yo me planto y no me dueblo”!
Y eso sólo se consigue
cuando se juntan los pueblos.

Ay, cielito, cielo,

el cielo que busco yo,
cielo de los pueblos libres
con azul, blanco y punzó.”


LA REDOTA


Vamos, china, a prepararse

que hemos sido redotáos,
y viene el Jefe adelante
con todo el gauchaje alzáo;
tuvo que dejar el sitio
y el Pueblo lo ha acompañáo.
Hombres, mujeres, gurises,
morenos, indios y blancos,
vienen en carros, carretas,
a caballo y caminando,
y de gente que lo sigue
ya hay más de una legua 'e largo.
Nosotros vamos también
aunque dejemos la Banda,
que el pago se vuelve ajeno
si no es el Jefe el que manda.

Vamos, que ya están aquí,

suban pronto a la carreta,
que yo voy picana en mano
en mi yegua lunareja.
Gurises: grítenle “¡viva!”,
que él los va a pasar al láo;
es ése que va de azul,
cuello y puños coloráos.
Vamo’ a ponernos atrás.
Dale, buey, Ceja, Barsino.
Vamos, mis bueyes branqueros,
que va a ser largo el camino.

Mi rancho se hará tapera,

y mi ganáo, cimarrón;
pero si se nos va el cerno
no hay calor en el fogón.
Capitán de la frontera,
alma de la Independencia:
dondequiera que te encuentre,
allí estará mi querencia.

Él es uno de nosotros

y nos miramos en él,
y eso no van a cambiarlo
ni godo ni portugués.
No importa lo que pasemos,
no importa lo que dejamos;
si el Jefe se va pa’l norte,
nosotros lo acompañamos.


¡Vamos!

No miren para atrás,
que la Patria va adelante.


1815


Voy ensillando mi overo,

el de buen trote chasquero.
Voy a hacer un viaje largo;
preciso pingo ligero.

En el tiempo e' la Redota

por mantener sus ideales
marcharon siguiendo al Jefe
toditos los orientales.

Marcharon siguiendo al Jefe

toditos los orientales
y fue la única vez
que fuimos toítos iguales.

Don José hizo un reglamento

donde le dijo al alcalde:
“Tome usted toda es tierra
y repartalas de balde.

Pero al hacer el reparto

debe usted tener cuidado
de que los más infelices
sean los más privilegiados”.

Tal vez por ser provisorio

nadie lo quiso escuchar,
y todos han ayudado
a vencer al General.

Por eso ensillo mi overo

y me dispongo a marchar
a ver si encuentro esos sueños
de justicia y de igualdad.

Aquí nadie los ha visto;

tengo que ir al Paraguay.
Puede que estén enredados
en un ibirapitá.


DÉCIMAS AL CUMPA VIEJO


Yo daría cualquier cosa por haberte conocido,

por haber vivido entonces
y tenerte hoy conmigo.

Quisiera poder abrir

una picada en el tiempo,
pa’ meterme historia adentro
y buscarte en el Ayuí,
ver la Patria junto a ti
como el trueno junto al rayo,
como una flor en el tallo,
y pa’ sentirme conforme
con ser polvo en tu uniforme
y sudor en tu caballo.

Para poderte rodear,

para seguirte la huella,
me habría trepado a una estrella,
que te pudiera alcanzar
y cuando fuiste a buscar
un destino fracasado
yo te hubiera acompañado
en cuerpo y en sentimiento
echando en un canto al viento
la gloria de ir a tu lado.

Ya me voy marchando

sin miedo ni duda
con el cumpa viejo
a buscar ayuda.
Nunca lo he dejado,
tampoco esta vez.
los demás se quedan;
yo me voy con él.

No pediría cosa alguna

que oír las dianas de Mayo,
montar con vos a caballo
pa’ marchar soles y lunas
sin buscar otra fortuna
que ver libre nuestro suelo
echando tu enseñanza al vuelo
pa’ correr miseria y hambre,
esa diagonal de sangre
con que cruzaste el Cielo.

Quisiera verte hoy aquí

que somos tantas banderas
y que se ha vuelto tapera
lo que querías conseguir.
Yo sé que es mucho pedir
un sueño de ese tamaño;
fanega y media de años
es carga para el más fuerte.
Por eso lloro mi suerte
y hay que ver cómo te extraño.



Compositor: Rubén Lena
Interprete: Pepe Guerra


A DON JOSE

(Milonga)

Ven a ese criollo rodear,
rodear, rodear...*
Los paisanos le dicen,
mi General.

Va alumbrando con su voz,
la oscuridad...
Y hasta las piedras saben,
adónde va.

Con libertad, ni ofendo ni temo.
¡Qué Don José!...
Oriental en la vida,
y en la muerte también.

Ven a los indios formar
el escuadrón...
Y aprontar los morenos,
el corazón.

De fogón en fogón
se oye la voz:
–¡Si la patria me llama,
aquí estoy yo!

Con libertad, ni ofendo ni temo.
¡Qué Don José!...
Oriental en la vida,
y en la muerte también.


* Alfredo Zitarrosa dice “Ven a ese criollo rodeau, rodeau, rodeau…”.


Entrevista al historiador Gonzalo Abella por el periodista Chury Iribarne en radio cx 36 Centenario, estudio mayor el 29 de julio de 2004

“Artigas utilizó el poder que le daba ser oficial de Blandengues para poner orden en la campaña, pero siempre sirviendo a las tribus, apoyando a las comunidades indígenas, siempre apoyando a los humildes y operando en función de las redes populares articulando los enlaces”



Gonzalo Abella


Chury: Estamos saludando a Gonzalo Abella, cómo andas..

Abella: Felizmente atariado y caminando, mientras de la salud y mientras el cuerpo aguante sigo asombrándome de las cosas preciosas que pasan en este país que son como rescoldos de esperanza.

Chury:
El otro día me pareció que estabas haciendo en la carpa de FUCVAM una introducción sobre el Artiguismo que yo no había escuchado antes, me pareció estupenda, cierta cosa previa que decías, cuando Artigas sale a buscar a la gente, la gente ya está motivada, ya seguramente sin precisarlo demasiado está buscando la independencia y la lucha por la independencia, creo que ese es un arranque sino diferente muy ajustado a lo que debe haber sido la realidad...

Abella: Un jefe revolucionario no moldea a su pueblo, el pueblo lentamente desde el pie va formando, madurando, educando a los líderes excepcionales que no hacen la opción de ser jefes.
ayer recordaba una frase de Atahualpa Yupanqui que me encanta, él dice no se elige ser cantor de la tierra, la tierra lo elige a uno y no para la vanidad sino para el sacrificio y ese llamado de la tierra, de la gente, requiere un corazón sensible y una capacidad muy humilde de oír, nadie puede dirigir en la mejor causa solo hablando, el mayor tiempo es para escuchar.
Realmente la mayor virtud que tuvo Artigas no en 1811, ahí aparece la parte visible de ese plan, en 1790, en 1780 posiblemente, ese Artigas conspirador, generador de auroras para el futuro, ese Artigas laburante humilde de las esperanzas de los más fue advertir y vivir plenamente su época, su siglo XVIII, él nace en 1964, siglo estremecido que lo asociamos con la Revolución Francesa antes de la Independencia norteamericana, pero que en América Latina pasan cosa impresionantes que marcan a fuego la personalidad de este muchacho joven, este Artigas de 14 años que irrumpe en el mundo de la ciudad y se va al mundo fascinante de los gauchos que es el mundo multicultural, es el mundo de los oprimidos, donde en el fogón se cuentan testimonios de sufrimientos, del negro que se fugó de la esclavitud, de la muchacha negra que se hizo lancera para defender la libertad de sus hijitos, del indio cristiano que ha llegado recién de las misiones, del indio "infiel" que es el más fiel a los sueños de su propia tierra y a su propia identidad, un fogón gaucho que ya tiene una propuesta política para América y tiene muy claro, quizás no la independencia en su parte formal, legal, pero sí cuál es su utopía, una utopía compartida, la utopía de los más.
Artigas es alumno de ese fogón, a mi me parece que eso es lo fundamental, si nosotros no entendemos que el siglo XVIII es el siglo de los grandes levantamientos afroamericanos, de la República de Palmares, el inmortal quilombo que ya tenía 100 años, el de la lucha de los negros en Cartagena de Indias, es el siglo que culmina con esa gesta gloriosa de Tupac Amaru que es anterior a Artigas, por algo los gauchos de Artigas le decían Tupamaros, es decir, la época entendía cosas que después la historia oficial borró.
Si nosotros no entendemos eso nos parece que Artigas es una rara excepción cuando Artigas en realidad es la versión oriental de un sueño compartido, ¿qué pasa?, Artigas además era lecto escritor, y la inmensa mayoría de los hombres y mujeres heroicos del siglo XVIII no pudieron escribir.
Artigas tuvo al lado una serie de intelectuales radicales como Monterroso que también registraron su pensamiento.
Entonces, a Artigas es más difícil borrarlo, el Estado Oriental Burgués trató de borrar a Artigas hasta 1920.
José Batlle y Ordóñez lo negaba en 1904, ya lo levantaba Aparicio, pero José Batlle y Ordóñez lo negaba, hijo de tigre no podía aceptarlo.
La historia de los Batlle, de todos, inclusive de los José Batlle y Ordóñez es la dinastía del Antiartiguismo.
El Partido Colorado es el Partido Cisplatino, está mal llamarlo Colorado, es el Partido de los amigos de Lecor que después en el estado tapón formado por los Ingleses forman su propio club y van a transformarse en partido único terrorista y golpista para tratar de gobernar por sí solos el país.
El Partido Nacional es otra cosa, Oribe como jefe fundador del Partido abandona a Artigas en 1817, se pierde voluntariamente la etapa más gloriosa pero nunca traiciona las ideas independentistas, yo a un oribista lo respeto, pero que no diga que es artiguista, es otro tema, no tiene derecho, si tiene el cuadro de Oribe no puede tener el cuadro de Artigas porque son dos opciones en 1817, pero yo lo respeto porque Oribe fue consecuentemente independentista, nunca traicionó, se pasó a los porteños, pero nunca traicionó y después reconoció en Artigas un precursor, es otra cosa.
Entonces, Artigas no es un hombre del Siglo XIX, a pesar de que en su formidable madurez opera desde 1811, pero Artigas es un hombre del siglo XVIII, vive en su adolescencia la información fragmentada de la Revolución Francesa que tiene que haber conmovido porque el mundo gaucho a través del contrabando de cueros tiene que haber estado muy informado de lo que pasaba en Francia, venían barcos haitianos, no hay que olvidar que el comercio en esa España inmensa donde nunca se ponía el sol, desde las Antillas al Río de la Plata los barcos de negros esclavos traían el Rohm, el azúcar para toda la repostería de las mazamorreras del Montevideo Colonial y se llevaban el Charque y por algo uno de los ritmos más antiguos folclóricos de Tacuarembó se llama "La Habanera", tenemos el bandeirante riograndense, ahí tenemos la prueba de la huella tangible de esta unificación que no es solo que Iemanja se honre en las Antillas y se honre acá, es decir, había redes continentales, Artigas cabalga como parte visible de un iceberg que son las redes de las mayorías inmensas de los de abajo que trenzan alianzas entre indios, negros, es el siglo XVIII que ve a los indios formar el escuadrón y aprontar los morenos el corazón, Artigas lo encabeza en un momento glorioso cuando esto se hace visible, pero la conspiración de las redes empiezan mucho antes, Artigas no ha nacido y ya los Jesuitas disidentes con los guaraníes, con los negros que no quieren más ser esclavos forman las guerras guaraníticas contra los ejércitos coaligados de España y Portugal.
Artigas no nació todavía y Cepe Tiarayu ya está dirigiendo las guerrillas montoneras de los indios, de los negros, de los criollos humildes y muchos españoles libertarios que no eran ni malos europeos ni peores americanos, que eran grande Europeos como Muiño que después fue el asesor militar de Andresito que era un Español Republicano a comienzos del siglo XIX.
Artigas es hijo de esa concepción.
Una vez me preguntaban de una radio del interior lo que haría Artigas hoy si resucitara, yo pienso que está resucitando pero más allá de eso, no haría nada, en las estancias hablaría con el capataz y preguntaría porqué en una estancia para 40 hay 4, porqué el hijo del tambero se fue, porqué el chacrero de Canelones se muere de hambre y está vendiendo media hectárea para salvar las otras tres, quizás caminaría en una madrugada montevideana en un carrito de recolector y después con la voz de todos en su cabeza y en su corazón.

Chury: Esto que estás diciendo me parece de una fuerza realmente impresionante, creo que primero hay que conocer para después poder hablar, eso seguramente sería lo que haría Artigas...

Abella:
Y no solo los indicadores macroeconómicos -que son importantes-.

Chury:
El conocimiento profundo de en qué condiciones realmente se mueven los distintos estamentos de una sociedad...

Abella: Porque hay sabidurías, yo me acordé tanto este enero, estaba en Tacuarembó, estaba lloviendo y me dijo "mirá Gonzalo, la tal sequía va a haber este invierno", no me jorobes le dije ¿vos cómo sabés?, me dice "mirá los teros dónde están poniendo los huevos, bien abajo, este otoño no va a haber agua".
Uno dice que está bien, uno tiene que apostar a los satélites, pero qué imprescindible es el diálogo con la sabiduría tradicional y la sabiduría popular.

Chury: Hermosa canción esta de "los del Yerbal", un poema de Pablo Neruda...

Abella: Vos sabés que no simpatizo mucho con la vida de Neruda, pero admiro profundamente su poesía, cuando él en "Canto a mi partido" dice "me enseñaste a dormir en las camas duras de mis hermanos" me parece un llamado tan importante a la militancia.
Hay un tema reiterado que me lo preguntan muchas veces y es si Artigas como soldado del Rey persiguió a los contrabandistas siendo él antes contrabandista, si eso no es una contradicción en su vida.
Yo nunca le hice una entrevista personal a Artigas, pero hay cosas que son absolutamente de sentido común, lo que pasa es que nosotros a veces miramos con una óptica demasiado estrechamente oriental lo que son fenómenos que son tendencias continentales, si había una cosa que los humildes de América habían aprendido en el siglo XVIII era a transitar por todos los intersticios de la clandestinidad y la conspiración.
Si había una cosa que los esclavos fugados, los indios cristianos habían aprendido además del oficio de conspiración de los jesuitas para una acción liberadora que cuanto menos cruenta mejor porque el espíritu de los pueblos no es el espíritu de los imperios, el espíritu de los pueblos es que los muertos los ponemos nosotros, era trabajar por la base oculta para ir ocupando posiciones.
Por supuesto que un afroamericano recién fugado no podía ser capitán de milicias, por supuesto que no podía ser cabildante, pero, estas redes multiculturales poderosas en el siglo XVIII van tratando de poner su gente de confianza en 3 lugares muy importantes porque revestían un inmenso poder, en los curitas de pueblo, se trataba de conversar al curita de pueblo, a la pequeña población porque el Cura era ojos y oídos del sistema, si el cura se ganaba de corazón para la causa de los de abajo el cura era un protector impresionante de los de abajo, se trataba de poner gente de confianza de los reyes en los cabildos locales y sobre todo se trataba de tener gente de confianza de los de abajo en los mandos medios de las milicias coloniales.
El gran tema es que no solo Artigas, muchos como él hicieron en la época lo que 100 años después hizo Chiquito Saravia cuando se metió de Comisario Colorado antes de la Revolución desde el gobierno de Iriarte Borda.
Ahí es un ejemplo claro, es más inmediato de ese hecho, pero esa vieja astucia campera del caudillo es lo que usa Artigas, la vieja estrategia.
Artigas puede hacerlo porque no es Canario, es Aragonés, la familia de Artigas es de la oligarquía y tanto que ninguno de sus hijos varones lo acompaña al Paraguay.
Su propia suegra que era su tía, porteña al máximo, no hablo del maravilloso pueblo porteño, hablo del gobierno logístico de la época, entonces la opción de Artigas es la opción de los 14 años, la opción de irse a la guerrilla, al mundo gaucho de irse al mundo de la montonera.
La opción de Artigas a los 30 y pico que desde el Ejército a veces se ha dicho "su vocación militar tardía", ninguna vocación militar.
Artigas cuando puede jamás usa uniforme, lo sorprende Roberson en Purificación y dice "este señor, excelentísimo protector de la mitad Medio Mundo sentado en un cuero de vaca con una ropa humildísima".
Lo sorprende a Larrañaga que hacía muchos años que no lo veía, que describe a Artigas en Purificación y dice en nada parece un General, no hay vocación militar ninguna, lo que hay es la capacidad de ocupar un cargo, yo te digo la verdad, hay una cosa que es muy importante para entender a este Artigas militar.
Cuando yo anduve a monte en el año 65 antes de irme del país a mí me salvó la vida una pareja de maestros más veteranos que yo que por error la dictadura no los destituyó.
Ellos escribían año de la orientalidad en sus cuadernitos, si algún día documentalmente se escribe la historia van a decir que eran agentes de la dictadura porque ¿dónde está el documento que diga que trabajaron clandestinamente y salvaron vidas y sacaron gente para Buenos Aires?.
Ocuparon un cargo, siguieron ejerciendo su magisterio bajo el control de los coroneles pero jugaron un papel importantísimo y hoy son maestros jubilados de una inmensa dignidad.
Entonces el tema es que el que diga que Artigas persiguió contrabandistas, que mientras en 1810 estallaba la Revolución de Mayo Artigas seguía siendo un militar convencido que me explique cómo los indios eran tan masoquistas, los negros tan tontos, los gauchos eran tan alcahuetes que entonces Artigas se da vuelta como una media en marzo de 1811 y los indios de 6 provincias, los gauchos de 6 provincias los afrodescendientes de 6 provincias lo rodean y no sólo en la victoria, lo rodean en la derrota, no lo abandonan más.
El problema acá es ideológico y es importante, alguna gente en la Universidad que no entiende este tema le está haciendo un favor a las FF.AA. que yo las respeto pero se equivocan.

Chury: Una cosa es concebir a Artigas a partir de la Batalla de Las Piedras y otra es concebirlo anteriormente...

Abella: Claro, fíjate una cosa, el ejército uruguayo, las FF.AA. uruguayas funcionarios del estado tienen en sus máquinas de guerra en lugar de la bandera nacional, la bandera de Artigas.
Hay hasta alguna apropiación de alguna escarapela para el lado militar, realmente el ejército uruguayo ¿nace en la batalla de Las Piedras?, si Artigas es un hombre con vocación militar que primero es contrabandista pero después persigue a sus amigos y hace la opción de lo militar y la Batalla de Las Piedras es un inicio podría entenderse así, ahora, si realmente la Batalla de Las Piedras es la culminación en que pueblos armados donde la minoría son orientales, entrerrianos, definen una opción federal de patria grande, multicultural y descentralizadora del gobierno conde los indios tengan el principal derecho, donde cada pueblo va atener derecho a tener sus armas entonces cuando uno piensa lo que es un proyecto multicultural para una patria grande entonces las FF.AA. uruguayas, brazo armado de funcionarios públicos, de un estado tapón que no es Artiguista y que no tiene ninguna visión Federal, ninguna definición por la descentralización, ninguna definición por la soberanía particular no tiene nada que ver con el artiguismo, entonces ¿quién es Artigas?, un joven que después de una vida azarosa se vuelve militar o es un hombre cuya verdadera opción es ser gaucho en el sentido de estar con los de abajo y que a partir del gaucho ocupa, está no donde quiere estar sino donde debe estar y que renuncia al uniforme y a la espada en cuanto puede para volver a usar el poncho y las ropas de un civil que organiza pueblos armados.
Artigas persigue a los indios, acá hay una trampa semántica, el ser indio no es patente de santidad, ni el ser español es ser agente de Satán, Artigas lo decía "hay malos Europeos y peores Americanos".
Los indios son parte de los americanos, había indios enloquecidos por el alcohol, o embelesados que traficaban con esclavos, eran baqueanos de los esclavistas.
Artigas utilizó el poder que le daba ser oficial de Blandengues para poner orden en la campaña, pero siempre sirviendo a las tribus, apoyando a las comunidades indígenas, siempre apoyando a los humildes y operando en función de las redes populares articulando los enlaces.
Ahí sin dudas todo el episodio con Ansina es clarísimo, quiénes rodean a Artigas en la Liga Federal, qué es lo que le desespera a Oribe, lo que Oribe llama indisciplina militar de los patriotas es lo que Artigas llama multiculturalismo.
Los gauchos están ahí y al otro día están de pericón, un día están los afro orientales en la batalla pero al otro día tienen un ritual sincrético y Artigas con una infinita paciencia va articulándolo diferente mientras que la versión de Oribe es absolutamente napoleónica porque es un hombre de cuidad, de formación, después se siente muy bien con Rosas y con una enorme dignidad patriótica y no popular, ahí surge el Partido Nacional como defensa de los fueros de la soberanía y el federalismo pero contrario esencialmente al tema artiguista, salvo que algunos Blancos después se lo toman enserio, Leandro, Aparicio, pero lo primero que tiene que hacer un Blanco para tomarse en serio la consigna de Aparicio es enfrentarse al directorio, romper con el directorio y ponerse a la intemperie, quien puede ser investido por Cat, quien aunque no lo quiera tiene que apretarse la mano con Lacalle en un acto de embestidura ya está perdido porque no quedó a la intemperie como Leandro y Aparicio.

Chury:
Felicitaciones por el invitado dice Marta, saludos para Gonzalo de Juan y María, felicito al entrevistado por lo que dijo ayer en el cine Plaza por el Moncada y si puede dar los nombres de los libros que hablan de Artigas pero de esa etapa del siglo XVIII...

Abella:
El tema es doble, en primer lugar un concejo que yo doy, yo escribí sobre estos temas en la historia del Uruguay, pero lo más importante es volver a la fuente directa de los documentos artiguistas, solo que cuando uno lee los documentos artiguistas tiene que entender una cosa de época que es muy importante.
Artigas entre 1811 y 1816 hace una política muy amplia de alianzas donde no dice todo lo que siente.
El es hijo del fogón gaucho y el fogón gaucho es radical, mandatado por el fogón gaucho, por los indios, por los de abajo, él tiene que ir a negociar en el Cabildo con gente lecto escritora poderosa que a veces tiene esclavos.
Para no romper la alianza uno va advirtiendo en los documentos artiguistas como los enunciados de principio no se complementan siempre con el mismo radicalismo de la medida concreta, es claro en el Reglamento de Tierras donde dice "vamos a darles tierras hasta a los negros libres".
Lo fundamental es volver a leer el texto artiguista y sobre todo entender porqué hasta 1816 los publican y lo que dice entre 1816 y 1850 hay que irlo a buscar al Paraguay, hay censura.
Cuando Artigas rompe la alianza con el sector vacilante y Artigas pasa a ser quien es realmente.

Chury: Cuando y porqué intereses la burguesía con las logias determinan que Artigas es el héroe reconocido del Uruguay y porqué Gonzalo...

Abella:
Cuando ya están en condiciones de falsificarlo porque tienen el control de la escuela pública afrancesada, cuando tienen el control ideológico y creen que ese control ideológico va a pervivir, cuando ya hay una fuerte corriente inmigrante de origen europea sin memoria en las raíces del campo y la memoria que quedó en el campo, cuando se cree realmente que es una solución de compromiso usar la devoción popular que ha quedado como un rescoldo para hacer esa estatua horrorosa de la Plaza Independencia sobre un caballo de Condotieri y botitas con pompones, un caballito enrrulado para un hombre de 50 años, una espada larguísima y muy incómoda, cuando se logran las condiciones, se cree que la burguesía tiene el aparato de distorsión ideológica para mentir entonces se lo puede endiosar, pero en última instancia si sobre Jesús hay dos lecturas, también las hay sobre Artigas.

Chury: Yo no quiero dejarlo ir a Gonzalo sin preguntar algo que siempre me apasionó y no está distante de lo que estamos hablando, al contrario, decir algo sobre Felipe Varela...

Abella: El gran tema es que Felipe Varela es el Che Guevara de la segunda mitad del Siglo XIX, un gaucho montonero que cuando viene la guerra del Paraguay, él, con la consigna de "Viva el Paraguay Independiente, Viva la Federación Americana", hostiga al ejército de Mitre, le hace la vida imposible al ejército argentino, libera gauchos que van a buscar a sus mujeres y los lleva a lo impenetrable del Chaco a hacer cooperativas agrarias, por eso la historia argentina siempre lo calumnió.
Es la falsificación ideológica en la que la gente cae después ingenuamente.
Con Felipe Varela se hace la otra estrategia de la burguesía, con Artigas se lo falsifica, con Felipe Varela se lo anatemiza, pero Felipe Varela es un glorioso combatiente latinoamericano de la estirpe de Artigas y Leandro Gómez, es un continuador de esa gesta que no empieza con Artigas y no empieza con Tupac Amaru, empieza mucho antes y que continúa con los zapatistas mexicanos, es la misma gesta.
Hasta su asesinato por el infame General Rocca Felipe Varela es uno de los héroes inmortales.

Chury: El era el fundador de la Unión Americana, yo leí que la Unión Latinoamericana tenía representantes en Uruguay...

Abella: El tema tiene que ver con esa dualidad que siempre tuvo el Partido Nacional, un directorio que siempre claudicó, que siempre estuvo al servicio del poder y gente de abajo que se tomaba enserio el discurso blanco, un discurso impresionantemente fuerte, telúrico y que siempre a la intemperie se conectó con las mejores causas americanas.

Chury: Un saludo a Gonzalo de Carlos y te pregunta Javier si la entrega de la espada en la Batalla de las Piedras fue verdad y quién era el Cura...

Abella: Vamos por partes, es un tema muy largo, pero la Batalla de Las Piedras es importantísima, porque Montevideo tenía una coyuntura política muy complicada, estaba por un lado Buenos Aires de donde no podía venir apoyo porque estaba en manos de los patriotas, el Rey de España era prisionero de Napoleón, entonces el control de la campaña pasaba por el control del arroyito de Las Piedras, por el oeste el Río Santa Lucía no daba paso, por el este los bañados de Carrasco, quien controlaba el arroyito de Las Piedras controlaba el poder.
En ese contexto, es muy claro, Artigas no solo les da clemencia para los vencidos y manda curar a los heridos, los deja libres.
Lo que desde el punto de vista de la guerra regular de un hombre con vocación militar es un absurdo, solo se queda con la espada y solo se queda con la espada para que el otro no vaya a contar que ganó él porque fotos no había, pero hay que entender esto, Artigas es enemigo de todo acto de violencia siempre que puede evitarlo, lo que no significa que después tuvo que hacer como Fidel, tuvo que fusilar a Perugorría en 1817 porque no le tiembla el pulso cuando viene la invasión portuguesa, cuando se trata de la causa de los pueblos Artigas no vacila, incluso en fusilar.
Pero cuando puede eliminar la opción militar, su vocación antimilitarista es lo esencial y yo creo que además la Batalla de Las Piedras en ese sentido es un símbolo de muchas cosas que confluyen, a veces dicen que una gota de agua en su esfericidad refleja el Universo.
La Batalla de Las Piedras refleja un antes y un después y ahora lo que es la arteriosclerosis, mirá que he leído de la vida de aquel cura, un cura interesantísimo, pero cuando se acabe el programa de seguro me sale.

Chury: Con el motivo de revelar ese nombre Gonzalo Abella cualquier tarde de estas va a volver para charlar un poco más, gracias por haber venido, siempre es valioso y siempre con cosas que nos llevan a una variable interpretativa de lo que hemos venido aprendiendo a lo largo de la vida...

Abella:
Feliz, además charlando contigo siempre se aclaran las ideas y con los oyentes, pero más que estos programas necesitamos debates, intercambios respetuosos de ideas con la gente que piensa diferente.

Chury: No sabes cuántas veces los buscamos nosotros los debates, pero en el 98% de los casos se nos contesta que no hay nada para debatir porque cada cual debe estar en su lugar haciendo lo que tiene que hacer, es una pena, pero es la verdad.
Te agradezco Gonzalo...

Abella:
Un abrazo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

"A r t i g a s, el resplandor desconocido." Ensayo histórico por Gonzalo Abella





...José Artigas nació el 19 de Junio de 1764 en Montevideo, por entonces plaza fuerte española en el Río de La Plata.
     Recibió educación básica en el Colegio de los Padres Franciscanos.
     Muy joven abandonó el hogar paterno. Sintió, diría Maggi, la atracción del "Lejano Norte", el mundo del charrúa y la Naturaleza indómita.
     El desafío a la Ley del Monopolio Comercial español se hacía desde allí exportando cueros de vaca, sebo y grasa a Europa a través de las playas oceánicas orientales. A ellas llegaban barcos europeos, principalmente franceses, con suficiente armamento como para enfrentar cualquier patrullaje español.
     Charrúas, esclavos prófugos y europeos y criollos transgresores eran los proveedores de Europa en ese tráfico ilegal. No acumulaban individualmente la ganancia; las monedas y los artículos que recibían de Europa por pago y en trueque eran administrados en comunidad. En ese mundo-centauro, rebelde ante la Ley del conquistador, vivió y se formó José Artigas.
     Artigas no volvió al mundo criollo hasta los treinta y un años de edad, después de una amnistía que indultó a los que habían cometido delito de propiedad contra el gobierno colonial.
     Integró el ejército español hasta 1811, año en el que ofrece sus servicios a la Junta Revolucionaria de Buenos Aires. Esta lo designa para comandar los grupos armados en la Banda Oriental.
     El 18 de mayo de 1811 al frente de criollos e indígenas vence a un destacamento español en la Batalla de Las Piedras y pone sitio a Montevideo; los sitiados llaman en su auxilio a los portugueses del Brasil y éstos invaden la Banda Oriental del Plata.
     Portugal ocupa la campaña oriental, fortalece el poder español en Montevideo, y envía exploradores que cruzan el Río Uruguay. Artigas y los orientales se aprontan a combatir a ambos poderes coloniales, porque saben que Montevideo está a punto de rendirse.
     Pero Buenos Aires hace un análisis diferente. Está entre dos fuegos: por el Norte y detrás de la Cordillera se reagrupaban y avanzaban los ejércitos españoles y ahora por el Río Uruguay la amenazaban los portugueses del Brasil.
     Decidido a concentrar esfuerzos contra los españoles del Norte, el Gobierno porteño (que se considera representante de todos los pueblos del antiguo Virreinato) logra un armisticio con los portugueses y acepta que éstos ocupen parte de la Banda Oriental.
     Pero Artigas no se rinde; entiende que en la nueva situación quedan anulados sus acuerdos con Buenos Aires y encabeza un movimiento autónomo de resistencia que va logrando alianzas con varias provincias del interior argentino.
     Ya a fines de 1811 se retira al Alto Uruguay con los gauchos, los indígenas y los afroamericanos en armas que lo seguían. Las familias orientales abandonan sus viviendas y se van con él. Es muy llamativa la heterogeneidad de esta población que lo sigue; hasta se da el caso de algunas familias que emprenden la marcha conservando junto a ellas a sus antiguos esclavos.
     Este episodio de adhesión extraordinaria de un pueblo a su líder se conoció como "el Exodo del Pueblo Oriental" y duró hasta que se reiniciaron las acciones bélicas contra Portugal que se repliega a territorio brasileño y Buenos Aires establece el segundo sitio al Montevideo españolista.
     Las relaciones de Artigas con el gobierno de Buenos Aires nunca se compusieron; su deterioro llegó al enfrentamiento directo. El tema principal de discordia es la autonomía de las provincias frente al poder central.
     Los sucesos se precipitan. Buenos Aires derrota la resistencia del Montevideo españolista, Artigas vence momentáneamente al ejército porteño en 1815 y son los gauchos artiguistas los que finalmente ocupan Montevideo.
     Por entonces las provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Córdoba se unen a la Provincia Oriental en la "Liga Federal" y nombran a Artigas "Protector de los Pueblos Libres".
     Artigas vive el apogeo de su prestigio entre 1813 y 1819. De esos años son sus documentos más célebres.
     Muchos de los escritos que se conservan son propuestas gubernamentales sometidas al análisis de asambleas populares, ya que Artigas insiste ante el pueblo reunido: "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana".
     Uno de estos documentos es el pliego con instrucciones que dicta Artigas a los diputados orientales que van a reunirse con sus pares de las demás provincias en la proyectada Asamblea Constituyente en Buenos Aires. En estas famosas "Instrucciones del año XIII" propone que para formalizar el pacto con las demás provincias se ponga como condición previa que se constituya un Estado federal, republicano y democrático; además debía quedar establecido, entre otras cosas, que ese Estado federal "promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable".
     Es particularmente interesante su defensa inclaudicable de la "soberanía particular de los puebos", el derecho de cada comunidad y cada cultura a tomar decisiones por sí misma sobre cada uno de los asuntos que le atañen, en tanto no haya delegado expresa y libremente al Gobierno Central para la resolución de un determinado tema.
     Otro documento importante que lleva su firma es el Reglamento Provisorio de 1815, donde decreta un reparto de tierras "de tal manera que los más infelices sean los más privilegiados".
     En el capítulo VIII de este trabajo les propondré releer estos documentos con otros ojos, más adecuados a los debates de la época y a la imperiosa necesidad de reflexionar sobre su vigencia.
     Por ahora sigamos con la sucesión de los hechos. En 1817 nuevamente los independentistas "moderados" y los monárquicos residentes en Buenos Aires y Montevideo posponen momentáneamente sus enfrentamientos y se alían contra Artigas y sus seguidores, facilitando así una nueva invasión portuguesa mucho más numerosa. Llegan a la Banda Oriental dos cuerpos de ejército con tropas de élite del Imperio.
     Ahora la Corte Portuguesa y la poderosa oligarquía de Río de Janeiro y Sâo Paulo están decididas a aniquilar a su peligroso vecino y llevar los límites del Imperio de Portugal hasta las orillas del Río de La Plata.
     Algunos aliados de Artigas en el litoral argentino inician tratos por separado con Buenos Aires y permanecen neutrales ante la nueva invasión. Artigas los considerará enemigos desde entonces.
     Otros lucharán hasta el fin contra los portugueses, como el líder guaraní cristiano de la provincia de Misiones, Andrés Guacurarí; la misma actitud tendrán los afroamericanos y los indígenas "infieles", fieles al artiguismo, de ambas márgenes del río Uruguay.
     Artigas es totalmente derrotado en 1820 y pide asilo en el Paraguay, donde gobierna el Dr. Francia. Este, a pesar de sus enfrentamientos anteriores con Artigas, acepta recibir a más de trescientos refugiados, inaugurando así la institución del asilo político en Sudamérica. Artigas vivirá en el Paraguay sus últimos 30 años.
     Falleció el 23 de Setiembre de 1850 cerca de Asunción.